Y es que, yo no sé si es que oigo pero no escucho, o si es que escucho tanto que ya no oigo.
Lo que sí sé, es que igual necesito oir lo que pienso, para que todo tenga ese sentido "relativo" del que ando tan necesitada.
El problema, o más bien la dificultad que entraña, el escuchar lo que piensas, es que te hace consciente de que hay que trazar excepciones, porque no se puede escuchar todo, demasiado ruido, demasiado eco...
En ese caso...¿dónde se traza la línea?¿qué es lo que debo oir y no escuchar?
2 comentarios:
Quizás sí escuchar todo.
Pero también saber discriminar lo que se escucha.
Besos
como Ybris...todo..luego debes saber elegir...y equivocarte..besos.
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