Historia de un Beso

Se entiende por ósculo un beso de respeto o afecto. Sin embargo no todos los ósculos son besos, ni todos los besos son ósculos.

Esta es la historia de un beso que empezó en su día siendo ósculo…

Coincidimos de casualidad algunos días. Te veía hablar a veces con él, y notaba que de vez en cuando me mirabas de reojo, claro que yo también te miraba a ti. Ese día, nuestras miradas se cruzaron un par de veces, me acerqué a la barra, donde estabas tú sentado, a pedirme un Gin TONIC, y…aprovechaste para preguntarme mi nombre. Ahí ocurrió lo del ósculo.

….Ya es por la mañana, estoy en el lugar donde habíamos quedado, la voz de él se dirige hacia donde estoy esperando, sentada sola, lo último que oigo es…-Te acabas de girar ya te veo- Yo aún no le veo, y pasan unos minutos hasta que lo consigo. Al fin por el rabillo del ojo lo diviso. -¡¡ Pero qué bien le sienta julio ¡¡. Mucho mejor que a mí. Dónde va a parar. Yo, mientras me dura la sensación esa tan rara de…Te están viendo y tú a él NO, empiezo a ser abducida por un YO adolescente, e intento controlar todos y cada uno de mis movimientos, ajenos desde hace rato a la realidad que me circunscribe.

- ¿Hola cómo estás?- ¿dónde quieres que vayamos a comer?

….Y ahí ocurrió lo del beso.

Fuimos a comer a un lugar común, la verdad que estaba tan nerviosa, que apenas probé bocado. Luego, fuimos a pasear…hacía años que no paseaba…

Hacía calor, y la brisa del mar, nos daba en la cara. Íbamos hablando de trivialidades, todos los poros de mi cuerpo exhalaban feromonas a rabiar, como diciendo …¿qué haces? ¡no te resistas¡ Hubo un momento en que me despisté por completo…y bueno…ahí se produjo el contacto, la ternura, el beso….un beso muy dulce, que me pilló por sorpresa, y tuve que pedirte que por favor lo repitieses….no podía hacer otra cosa….tendréis que entenderme. Luego..... suspiré como si hubiese expirado.