DulCe LoCura

En los primeros tiempos de la cultura griega, la explicación demonológica dominó el campo de las concepciones sobre la locura. Dentro de esta concepción la locura era el resultado de la posesión demoníaca, de los espíritus malignos personificados por las diosas Lisa y Manía. Y se pensaba que actuaba en el se r humano como castigo divino por la culpa de sus pecados. Sin embargo, la locura no puede existir sin la razón, ya que sólo si ésta última es capaz de reconocer a la primera, toma conciencia de sí misma y de la verdadera importancia de las cosas.

Y Yo, aunque aún razono y tomo conciencia de ello, no creo estar loca, pero sí haber enloquecido, quizás debido al maldito síndrome post- vacacional que me impide dormir de noche y me hace soñar de día, quizás debido a que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión, (pero que mucho mucho…) o quizás debido a que como ahora uso perfume del caro...pues las diosas Lisa y Manía se dan de bofetadas por habitar en mí…en fin…que como os decía, parece ser que he enloquecido, y he enloquecido por esa sonrisa, por esa mirada, por esa llamada, por ese beso por esos hoyuelos que salen en las comisuras de los labios cuando sonríes , por ese segundo que fue eterno, por ese suspiro, por esa sorpresa, por esas vacaciones, por ese tango, por esa comida juntos, por esa tormenta de verano, por esas siestas kilométricas, por esos aperitivos con vino blanco fresquito, por esa brisa marina, por esos molinos que eran gigantes, por esa Dulcinea fotografiada por ese D. Quijote dulce y esquivo… por todo eso que ya es pasado…porque me niego a pensar que son pasado, que ya son historia, que se acabó. Y porque así es la vida, por eso enloquezco, porque todo pasa, y esto también pasó.

Y es que… prefiero una locura que me entusiasme a una verdad que me abata…

joder¡¡ qué mal llevo la vuelta a la realidad…

Menos mal que…vendrán más locuras, estoy segura.