Sé que la cuenta quedó alargada hasta una cifra que prefiero no saber.
Los platos pese a parecer que iban a quedar reducidos a lo esencial dado su gigantesco tamaño estuvieron más que llenos; primero por la caldereta y luego por nuestras palabras.
Para disgusto de unos y alegría de otros, ambos tenemos fama de ser lacónicos.Pero francamente, yo creo, que eso es porque hemos aprendido a atender al silencio, a escuchar lo que usualmente se escapa, a aquello que pasa desapercibido.Por eso sé, que paraste las actividades que urgían y te dirigiste hacia mi, hacia mis palabras. Sabías lo que se debe hacer o escuchar, y eso me reconfortaba tanto...
Te hablé, y de hecho hablamos de tantas cosas, que, al final, nos miramos a los ojos, y escuchamos al silencio, ese que nos decía lo que los dos sabemos."Los sentimientos que más duelen son los más absurdos: el ansia de las cosas imposibles, la nostalgia de lo que no se ha vivido, el deseo de lo que podría haber sido, la envidia de los otros, la insatisfacción de la existencia en el mundo..."
La sociedad en la que vivimos, se empeña en decirnos que ser felices consiste en tener un lugar donde dormir caliente, un trabajo, y una cuenta desahogada en el banco,que nos permita operarnos las caderas, la nariz, o la celulitis si nos da la gana.
Sin embargo, a veces, hay que parar y escuchar al silencio, y disfrutar de esta felicidad, que también a veces, aparece así, sin más...TU COMPAÑÍA.
GRaCiAs
Nota: la conclusión que está entre comillas, pertenece a una autora muy conocida que obviamente no soy yo, pero a la que le cojo prestadas estas palabras, pues reflejan muy bien, lo que quiero decir.
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12 comentarios:
Pensar en buscar la felicidad en el placebo de ciertos engaños...
Con lo bien que se siente uno acurrucado en una esquinita de unos ojos que nos miran con cariño.
Un beso.
Me has conmovido. En estos días que me reencuentro con más fuerza con el amor y con el sentido de las cosas, tus palabras me han llegado muy hondo.
Un beso fuerte, guapa!
Y me alegro de volver a estar por aquí.
Desde las ausencias de tus palabras...cosa que no te perdonamos...te he de decir que yo sigo el largo proceso de los silencios...me hablan siempre desde muchos puntos de vista... pero a veces una sola palabra arrincona todas las miradas..un beso.
Se te echaba de menos dulci, mucho.
Y encima vienes y agitas todos los pilares de la casa ... esa autora dice bien, sí, y hoy más que nunca, tengo que darle la razón.
Un beso guapísima!
Ybris:mira que el placebo de esos engaños tiene fuerza..eh??
Libertad: Espero que te hayan servido "hondamente", jeje.
Fer: mi querido FEr...jajaj, recibido el tirón de orejas...gracias, por tu apoyo desde eñ silencio. ;)
Glauki: Yo también os echaba de menos.
Muchas gracias a todos, besos.
Pero oye que no sabia que habias vuelto....que bien!!!
Me gusta ese laconismo que hace crecer los silencios, tan habladores a veces .
El ansia de lo imposible , la nostalgia de lo no vivido, como duele eso.
Besos Dulcinea (me voy a leer los pst que me he perdido)
Creo que voy a tener muchisimo que leer en los próximos días que ha sido un verdadero placer descubrirte. Sobre tu reflexión viviriamos más y mejor si escuchasemos más los silencios y atendiesemos menos a eso que se han empeñado o nos hemos empeñado en llamar felicidad.
jajajaj...hondamente, te lo aseguro.
Un beso, guapa
Qué bien que aquí todo vuelva a estar en su sitio!!
Cómo me ha gustado eso que has dicho. Y cómo me gusta esa felicidad que aparece así, simplemente de su compañía...
Poco más puedo decir
No hay nada más relajante que un buen silencio en el momento justo. Me atrevería a decir que incluso puede ser placentero.
Que sencillas que son las cosas y cómo nos gusta complicarlas. ¿Verdad?
...escuchar al silencio...
es algo que me encanta, lo hago muchas veces. lo fantastico es cuando lo escuchas con alguien a tu lado, a quien tambien le gusta, lo cual no es facil.
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