Un beso constituye en sí mismo, un vehículo de afecto y de comunicación, de hecho muchas veces lo que no se puede decir con palabras se dice con un beso.

Un beso es algo que parece simple, pero en realidad es muy complejo. No es tan fácil dar un beso, porque los besos no se dan sin más, ni porque sí (o al menos yo no los doy porque sí, ufff¡¡ soy incapaz)…significan cosas. Pueden significar simple cortesía (esos son los que menos me gustan), o pueden significar “gracias”, o un “te quiero”, o un…”¡te he echado de menos¡”, o un…”¡¡ joder, cómo me tiemblan las piernas…cuando haces eso…¡¡” o “ánimo”, o puede darse también un beso tipo “ICE KISS” de esos que hacen que la noche se convierta en …(uhmmm…mejor sin adjetivos calificativos (a buen entendedor…jeje))

Sin embargo, es una pena, pero en la vida cotidiana no suelo dar muchos besos, a veces porque no soy capaz de manifestar nada afectuoso (sobre todo recién levantada…los que me conocéis lo sabéis de sobra…jeje, y me puteáis por eso, CABRONES¡¡), otras veces porque no me da la real gana, otras porque voy demasiado deprisa y otras porque …constituye un paso para ir más lejos y…bueno…o me acojona o simplemente no es conveniente.

Sin embargo…aunque no me gusta que me “besuqueen” ( qué le voy a hacer…llevo el cardo dentro), me gusta que me den besos de esos que tienen química y que generan una tormenta de procesos químicos en mi organismo que liberan oxitocina a saco, (influyendo ésta en el establecimiento de los lazos afectivos), dopamina (la causante de que las penas se diluyan y los complejos desaparezcan por unos días…) y feniletilamina que funciona de manera similar a las anfetaminas, es decir provocando sensaciones de energía, fortaleza y optimismo.

Me gustan los besos, los besitos, los besetes, los besazos, els petonets o los Megakisses, en definitiva, esos que me hablan y me demuestran afecto, esos que me hacen suspirar, flotar, volar o simplemente sonreir, esos anhelados, y por supuesto esos que no te esperas.

MuaKa ¡