Y hoy LUZ se siente inerte, le mira de hito en hito, y se siente incapaz de sentir. Hace tiempo que su mirada dejó de rendirle pleitesía. Y hoy LUZ es incapaz de comprender lo que ha pasado pues hace tiempo que su luz dejó de ser un dechado de equilibrio.
Apareció la LUZ en su día a día, y LUZ sabía que no sería para siempre, y sin querer LUZ y su luz se dejaron vencer, primero por la ilusión, luego por el amor y la pasión, después por el cariño y la ternura y sin proponérselo también se dejaron vencer por el tedio y la rutina.
Y el amor de LUZ dio paso al desamor, y las risas a los llantos, y el miedo a la evidencia y al final la vida cedió el paso a la muerte, y la LUZ se apagó.
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3 comentarios:
Tristes, pero bonitas palabras...
2 + 2 = 4. ¿Es inevitable que se apague la luz?
Pues..no lo sé, Pepe, habrá que preguntarle a LUZ, ;)
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