los asuntos pendientes me sobrepasan la cabeza,
después de esta noche, de lluvia, copas, risas, excesos...
después de varios Gin TOnics....Ahí va la canción que me acompañaba de vuelta a casa, y que esta noche quiero compartir CONTIGO.
Con su permiso, claro está....
Algunas veces vuelo y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo.
Algunas madrugadas me desvelo
yendo como un gato en celo
patrullando la ciudad,
en busca de una gatita
en esa hora maldita en que los bares
a punto están de cerrar
cuando el alma necesita un cuerpo que acariciar.
Algunas veces vivo y otras veces
la vida se me va con lo que escribo.
Algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo
que te arañe el corazón.
Luego arrojo mi mensaje
se lo lleva de equipaje una botella
al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje
sólo quiero regalarte una canción.
Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de la luna
y le hablo de esa amante inoportuna
que se llama soledad.
Algunas veces gano y otras veces
pongo un circo y me crecen los enanos.
Algunas veces doy como un gusano
en la fruta del manzano
prohibido del padre Adán.
O duermo y dejo la puerta
de mi habitación abierta
por si acaso se te ocurre regresar.
Más raro fue aquel verano
que no paró de nevar.
me arrastro demasiado a ras del suelo.
Algunas madrugadas me desvelo
yendo como un gato en celo
patrullando la ciudad,
en busca de una gatita
en esa hora maldita en que los bares
a punto están de cerrar
cuando el alma necesita un cuerpo que acariciar.
Algunas veces vivo y otras veces
la vida se me va con lo que escribo.
Algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo
que te arañe el corazón.
Luego arrojo mi mensaje
se lo lleva de equipaje una botella
al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje
sólo quiero regalarte una canción.
Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de la luna
y le hablo de esa amante inoportuna
que se llama soledad.
Algunas veces gano y otras veces
pongo un circo y me crecen los enanos.
Algunas veces doy como un gusano
en la fruta del manzano
prohibido del padre Adán.
O duermo y dejo la puerta
de mi habitación abierta
por si acaso se te ocurre regresar.
Más raro fue aquel verano
que no paró de nevar.
J. Sabina
2 comentarios:
De la soledad sobran canciones y cuentos y no digamos poemas...yo hago infinidad...y ni estoy solo ni me siento casi nunca pero es un campo muy manido para escribir. Hay otra soledad que quizás es la que menos sentimos y es mucho más dura, es filosófica con respecto al mundo y al ser humano en general, para esta no nos suelen llegar todas las palabras que usemos....ahora que cuando tu única compañía es tu sombra también es jodido...un beso resacoso?
...Fernando, totalmente de acuerdo contigo. Por un lado, es cierto, hoy los besos son resacosos (jeje), y por otro, yo también pienso igual con respecto a esa soledad filosófica a la que haces mención...es un poco lo que trataba de reflejar.
..bueno, pues van los besos resacosos.
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