22.30 horas, Palacio de Congresos
Percibo un resoplido que me viene por la izquierda, y una mirada que fija en mí me dice:
- Levántate ya, que si no, este tío vuelve a salir al escenario, que se ha puesto moñas y fijo que hace "bises" de los "bises"-
Me río ante semejante comentario, y mientras voy poniéndome la chaqueta, giro mi cabeza a la derecha, donde descubro a mis otros dos acompañantes, que no solo están encantados de la vida, sino que tararean y hacen palmas al tiempo.
Me vuelvo a reír porque me siento muy en medio de ambos extremos.
...Han pasado dos horas largas desde que Jorge Drexler hizo su aparición en el escenario, y las opiniones de todos nosotros han ido variando de muy diversa forma. Al principio, mi acompañante de la izquierda (el de los resoplidos) y yo, nos quedamos absortos, pues aquí, el que después será bautizado sin que él lo sospeche como "llaverín", empezó muy bien su actuación; canciones muy bien hechas, acompañamientos con luces muy acordes a lo que cantaba, y encantador con el público al que nos hacía partícipe, con su acento uruguayo.
Mis acompañantes de la derecha, seguían anodadados, yo creo que se apagaron las luces, y fueron abducidos por una fuerza parecida a esa que te dificulta abrir los ojos cuando estás muerto de sueño.
00.00 horas
Tras hora y media de concierto, y teniendo en cuenta que la empanadilla que nos comimos en el coche camino de Castellón, la tenía ya en los pies, mis tripas dejaron de darme tregua, y a pesar del espectáculo, (que ya me tenía metida en el bolsillo, pues yo también tarareaba y trataba de seguir el ritmo, chasqueando los dedos...reconozco que soy pésima para estos menesteres, y mi compañero de la izquierda, se desternillaba de risa al verme marcar los tiempos 1 y 3, en lugar de los 2 y 4, tal y como nos había explicado Drexler), mi sistema digestivo estaban muy "desvalido" y no paraban de mandar a mi cerebro señales en forma de imágenes de bocadillo, o en su defecto de unas patatitas bravas, y vamos que al final ya no sabía si escuchaba a "Drexler" o había retrocedido unos quince años y estaba en un concierto del "ÚLtimo de la fila", cantando aquello de, ....vente conmigo amor...y a tomar un arroSito en Castellón...
00.30 horas,
Para bienestar de mi famélica existencia, llegan los aplausos, el fin del espectáculo y por fin, el momento de ir a tomar algo que alimente. Claro que a las 00.30, todo el mundo tenía la cocina cerrada, y ni siquiera el TAPELIA para ese arroSito en Castellón nos abrió sus puertas. Menos mal, que al fin encontramos un "Oasis" donde aunque la camarera se cagó un poco en nosotros y demás familia, nos sirvieron unos zumitos, unas empanadillas, eso sí más grande que las que nos comimos a eso de las 20.00 horas, y un heladito de estratiagela con trocitos de cookies.
Finalmente con el estómago lleno, todos, incluido el que bufaba, que por cierto se ha pasado todo el fin de semana tarareando las canciones del "llaverín", coincidimos en que lo mejor de la noche,por supuesto la compañía, y esta canción...
"Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.
Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.
Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.
El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.
Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......
Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma".
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.
Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.
Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.
El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.
Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......
Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma".
8 comentarios:
Es verdad, concierto de Drexler....todo, todo se transforma...qué recuerdos de verano!
Un besazo!
Tambíén yo le vi, pero hace tiempo y sólo por esta canción merece la pena el grito del estómago. Besos.
Veo que eres mujer guiada por los placeres del buen yantar...tengo un amigo que en una hermosa representación clásica se fue el último acto porque tenia hambre ¡!..siempre se lo echamos en cara...nunca he visto a Drexler, tengo algún disco en casa...pero no sé si me acaba de llenar..a mi compañera le gusta¡!...prefiero mis viejos ..Silvio, Pablo, Aute, Serrat, Llach..soy un clásico...besos, espero se arregle pronto mi blog...
....que bueno!.... estoy con el.... hay que aceptar el cambio!!!!.... :)
" Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma."
Me quedaré con ese sabio final.
Un beso.
A pesar del hambre, disfrutaste del concierto, je,je. Habría que poner un servicio de caterin para estas situaciones.
Es cierto, nada se pierde, todo se transforma. Y como dice en otra de sus canciones, cuando una cama se llena otra se vacía...
Yo habría huído en el minuto 1 a por las empanadillas, porqué Drexlers y demás animalejos no me acaban de resultar muy creíbles.
besos
Yo he ido a algun concierto de Drexler, y es mucho mejor que en sus discos, que es un moñas.
Y si bien la música es el alimento del alma
para el alimento del estómago,
te tuviste que comer los mocos del fari
Y ya sabes que "
cada uno da
lo que recibe"
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